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4/4/2024
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“Subir el coche a pulso” por Alberto Hevia 2020
Abre el curso Birimbao con los trabajos más recientes de José Carlos Naranjo, pintor con una fuerza expresiva desbordante que sabe forzar —exigiendo— la complicidad del observador. Con una técnica muy personal, consigue atraer la mirada hacia zonas de la imagen que parecen representar iniciales bosquejos incompletos. Desde esas zonas, la luz, cuya intervención es decisiva para despertar la materia, va recortando formas y creando volúmenes que demandan nuestra atención. Lo que recibe luz, amplifica su existencia y el buen manejo de la luz es una de las principales características de José Carlos que, como todo creador, va haciendo de su arte la manera de comunicar una opinión valiéndose de la línea, la forma, el color, la pincelada, la materia usada. Todo al servicio de la composición perfecta, gracias a la cual la obra se independiza y comienza su existencia.
El título de la exposición: “Subir el coche a pulso”, surge de una conversación telefónica, experiencias personales, de emoción, solidaridad, amistad y recuerdos de su tierra, encajando perfectamente con los paisajes de los cuadros que componen la muestra y que corresponden casi en su totalidad a hierbas silvestres. Esas hierbas con las que la expresión inglesa: “More than weeds” (Más que malas hierbas) busca poner en valor, por ejemplo, su capacidad de absorción de CO2 y su contribución en la reducción de la huella de carbono. Hierbas, que varían en aspecto y color con cada estación del año, llamando mucho la atención del pintor. En su recorrido diario en bicicleta desde la casa al estudio, va almacenando fotografías que muestran cambios según el tiempo y la hora del trayecto y que hablan de gente diferente que puede habitar en las barcazas aparcadas o recuperar del fondo del canal, motos, lavadoras, microondas, colchones y mucha más chatarra a lo largo de los trece kilómetros que conforman el canal londinense de Regent . Todo este cúmulo de circunstancias están en la base generadora de los trabajos expuestos, realizados la mayoría en óleo sobre papel. Los de menor tamaño están montados sobre tabla. Los de mayor tamaño van colgados directamente sobre la pared de la galería buscando la integración en los muros blancos. Hay una gran variabilidad, desde los collages, de 21 x 15 cm de “Sin título” hasta “Canal I y II“, ambos de 240 x 178cm, pasando por “Victoria Park“ de 180 x 140 cm con zonas de collage marcando volúmenes.
Al final, y sin que estemos convencidos del por qué, sentimos la necesidad de hacer una llamada al recuerdo de lo que significaron en su momento, los trabajos del alemán Max Beckmann. No porque exista ninguna aproximación formal consu pintura, sino porque Beckmann, pintor, artista gráfico, escultor, construyó su obra con una profundidad y una independencia que nos acerca a la experiencia con que José Carlos Naranjo afronta el proceso creativo: Es deber del artista proporcionar un orden al caos maravilloso que ofrece la naturaleza y como Beckmann apuntaba: “Hay que pintar con la terrible furia de los sentidos captando cada forma visible de belleza y fealdad”
Con esa furia y esa honradez están construidas las pinturas que nos ofrece la Galería y la clave para entenderlas es la observación precisa y el contexto que las ha originado: un clima de belleza serena y sabiduría artística para una constante innovación y búsqueda.
El título de la exposición: “Subir el coche a pulso”, surge de una conversación telefónica, experiencias personales, de emoción, solidaridad, amistad y recuerdos de su tierra, encajando perfectamente con los paisajes de los cuadros que componen la muestra y que corresponden casi en su totalidad a hierbas silvestres. Esas hierbas con las que la expresión inglesa: “More than weeds” (Más que malas hierbas) busca poner en valor, por ejemplo, su capacidad de absorción de CO2 y su contribución en la reducción de la huella de carbono. Hierbas, que varían en aspecto y color con cada estación del año, llamando mucho la atención del pintor. En su recorrido diario en bicicleta desde la casa al estudio, va almacenando fotografías que muestran cambios según el tiempo y la hora del trayecto y que hablan de gente diferente que puede habitar en las barcazas aparcadas o recuperar del fondo del canal, motos, lavadoras, microondas, colchones y mucha más chatarra a lo largo de los trece kilómetros que conforman el canal londinense de Regent . Todo este cúmulo de circunstancias están en la base generadora de los trabajos expuestos, realizados la mayoría en óleo sobre papel. Los de menor tamaño están montados sobre tabla. Los de mayor tamaño van colgados directamente sobre la pared de la galería buscando la integración en los muros blancos. Hay una gran variabilidad, desde los collages, de 21 x 15 cm de “Sin título” hasta “Canal I y II“, ambos de 240 x 178cm, pasando por “Victoria Park“ de 180 x 140 cm con zonas de collage marcando volúmenes.
Al final, y sin que estemos convencidos del por qué, sentimos la necesidad de hacer una llamada al recuerdo de lo que significaron en su momento, los trabajos del alemán Max Beckmann. No porque exista ninguna aproximación formal consu pintura, sino porque Beckmann, pintor, artista gráfico, escultor, construyó su obra con una profundidad y una independencia que nos acerca a la experiencia con que José Carlos Naranjo afronta el proceso creativo: Es deber del artista proporcionar un orden al caos maravilloso que ofrece la naturaleza y como Beckmann apuntaba: “Hay que pintar con la terrible furia de los sentidos captando cada forma visible de belleza y fealdad”
Con esa furia y esa honradez están construidas las pinturas que nos ofrece la Galería y la clave para entenderlas es la observación precisa y el contexto que las ha originado: un clima de belleza serena y sabiduría artística para una constante innovación y búsqueda.